Barranc de la Bonyga, Beceite

A unos cuantos kms por pista de la localidad de Beceite, existe un barrankito corto, intenso y que a  nosotros nos a merecido la pena casi cinco horas de coche para disfrutarlo

 Este es el parking donde supuestamente se puede llegar con el coche, todo depende el tipo de coche claro está.

Senderos hay pocos, todo es coger el adecuado

Nosotros teníamos varias aproximaciones y todas diferentes

Descubrimos la mas larga jaja

Pero con mapa, gps, movil y orientación todo controlado

Esta fué la gran sorpresa de la jornada. En la poza de recepción antes del primer rapel, nos encontramos este bambi fuera del agua vivo.

Pronto nos dimos cuenta que su situación era complicada ya que ni se inmutaba tras intentar levantarlo para que se mantuviese en pié. La pregunta que surgió fué ¿que hacemos? Hubo respuestas de todo tipo pero optamos por dejarlo ahí y creer que la madre volvería en poco rato y tras amamantarlo retomaría sus fuerzas 

Mi pregunta os la traslado; que hubieseis hecho vosotros?

  Primer rapel de la jornada

De momento no vemos agua pero nos tememos que pronto la encontraremos

Mismo rapel desde abajo

Seguimos sin encontrar  agua biennnnnn, no tenemos ganas de mojarnos. Esta noche pasada la temperatura ha bajado a -10ºC y aun hace mucho frio

Pero claro, todo llega

Antes del gran arco, bañito obligado

Mismo rapel desde abajo

El agua esta heladaaaaaaaa

Bajo este arco hay una poza que se puede evitar jajajaja

Poza evitable. En pleno verano molará pero en pleno noviembre no apetece naaa

Mismo arco

Seguimos progresando sin agua a la vista

 

Hasta que tenemos que volver a mojarnos obligatoriamente antes del ultimo gran rapel

Ahí detrás esta el gran rapel juasssss

45 mts de rapel casi todo voloado

 Es todo un espectáculo esta bajadita

 

Aquí estamos los tres aventureros jajajaa

Con los hierros y cuerdas en la mochila a seguir el cauce

 Y en un rato llegar al supuesto parking

Como el vehículo lo habiámos dejado mucho antes toco hacer algo por pista

 Y claro, que mejor recompensa que un arroz negro en plena montaña tras el esfuerzo realizado